martes, 26 de abril de 2011

¿De qué sirve estresarse?

El estrés.Esa sensación que hace que sientas que el mundo se te cae encima,que hay cosas que no pueden solucionarse sin tu presencia,y que se te caiga el pelo.
Hay muchos tipos de estrés, grandes y pequeños, graves y leves,pero a todos se nos hacen interminables y pesados. Todos en la vida hemos sentido cómo un pequeño enredo se iba enredando cada vez más y más, hasta convertirse en una enorme bola que acabó aplastándonos como a bichos...y entonces las consecuencias eran demasiado grandes como para pararse a pensar cuándo y cómo cometiste el primer error.
Unos exageran más que otros,y he aquí mi duda: ¿Por qué no podemos escuchar los problemas de otros sin compararlos con los nuestros? Hoy mismo,sin ir más lejos, una amiga mía me contaba lo pésimo que había sido su día,todas las calamidades desastrosas que tenía encima,y yo no podía evitar pensar: ¿Y tú te quejas? Anda,que si abriera yo la boca...
Porque, claro, todos tenemos problemas. Unos más que otros, pero todos tenemos nuestro mini-diablillo pinchándonos la mejilla desde el hombro, mientras que el angelito de tu mente chilla espantado al otro extremo.
Y aún así, aunque siga pensando que lo mío era peor, no consigo quitarme de la cabeza el sentimiento de culpa. ¿Es que soy una mala persona? ¿Una autocompasiva que solo piensa en sí misma?
Y ahí es cuando ambos, el angelito y el diablillo, se ponen de acuerdo por una vez en la vida y me susurran al oído: No, cariño. Es que eres humana.
¡Se nos ha jodido mayo!Y entonces es cuando,en el punto más alto del colmo de tu existencia, sales a tu terraza/balcón/calle y chillas como una condenada. Y te da lo mismo si sale tu vecina, tan cotilla como siempre, preguntando e inquiriendo sin parar. O si haces que alguien que pasaba por allí llame a la policía. Da igual. Más que nada, porque llevabas tanto tiempo sin abrir la boca, que lo estabas deseando, y soltaste a borbotones todos esos sonidos que habías reprimido durante tantísimo tiempo.
Eso son los gritos. Palabras encarceladas dentro de tu ser que salen golpeándose las unas a las otras, de modo que ninguna de ellas suena de tanta rabia que llevan encima, y se limitan a ser un sonido incoherente que crispa los nervios.
Ahora no dejo de pensar que tal vez debería haberle contado a mi amiga mis propios problemas, y tal vez nos hubiéramos desahogado mutuamente, y tal vez así no habríamos acabado el día con monosílabos y preguntas tontas. Al fin y al cabo, finalmente el estrés es producido casi siempre por propias comeduras de cabeza; si fuéramos unos ignorantes y no pensáramos en las consecuencias de nuestros actos viviríamos tan tranquilos, ¿no?
Conclusión del post:
-No te guardes para ti mismo/a tus preocupaciones.Ni se te ocurra callártelo todo!Cuenta a quien sea tus problemas (aunque sin amargarlo a él también), o si no acabarás explotando de tanto contenerte, y pagándola con el más cercano, y el que menos se lo merece.
-No seas auto-compasivo/a.Al fin y al cabo, no eres el único que tiene problemas, y cuanto más pienses en ellos, peor será.
-¡No te estreses!Tranquilízate, respira hondo y cuanta hasta diez, hasta veinte si es necesario, bebe agüita y habla las cosas con calma. Hablar a gritos NUNCA funciona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Hola!Gracias por pasarte a comentar. Ojalá no haga falta que te recuerde que no se admiten comentarios que contengan insultos, palabras racistas o machistas, o cualquier tipo de ofensa sin justificación. Cualquier crítica es buena siempre que se hable con propiedad ;D
¡Gracias!