martes, 24 de mayo de 2011

La carne es débil...y más en su presencia.

Hacía más de tres meses que no le veía desde aquel momento en que decidió desentenderse de quedadas, fiestas e invitaciones en las que iba a estar yo. Desde aquel mismo instante en que todos, por medio de mi disposición, habíamos decidido no dirigirle la palabra, no había vuelto a oír su voz, escuchar sus sabias palabras y sus charlas acerca de buena música, o ver sus ojos.
Ah, sus ojos... ¡cuánto echaba de menos sus ojos...!
Había decidido no volver a verle. Tenía pensado sacármelo de la cabeza, y casi lo logré, pero el corazón se negaba a abrir sus puertas para dejarlo marchar. No. Su presencia seguía ahí, en mi interior, causándome dolor y añoranza.
Pensé que lograría mantener la cabeza bien alta el día que volviese a verlo, pensé que mi corazón no latiría con tanta fuerza ni mi estómago se revolvería de esa extraña manera que todos se esfuerzan por denominar ''mariposas''. Oh, qué ingenua eres,me dije un segundo después,¿de verdad pensabas que lo lograrías? Estúpida,estúpida,estúpida.
No fui nada más que eso. Una estúpida.
Apareció de la nada. Me hice la tonta. Fingí no verlo. Idiota, vas con gente que lo conoce. Ah, es verdad.
¿Cabeza alta? ¡Y una mierda! Mantuve la mirada baja y solté un ¡Oh, vaya, eres tú! de finfida sorpresa. Sabía que no debía mirar hacia arriba, sabía que no podía mirarle a los ojos; sería mi perdición.
Pero, como se suele decir, la carne es débil.

Muy débil.

Cuánto añoraba esa mirada azul. Ojos grandes, preciosos, los más bellos que había visto en toda mi vida.
¿Voy por orden?: Corazón desbocado, mariposas en el estómago...aquel fue el único día que no me trabé al saludarlo, y conseguí disimular mis nervios con una perfecta sonrisa. Parecí hasta humana.

No dijo una sola palabra mientras le daba dos besos en ambas mejillas-tal y como se suele hacer,por educación-y le saludaba. Nunca le había visto esa forma de mirar. Parecía... ¿sorprendido? Evitó mi pregunta cuando quise saber a qué se debía. Supongo que nunca lo sabré.


Me perdí en su mirada una vez más desde hacía tres meses. La echaba de menos. Y a él, más. Está visto-me dije a mí misma en un alarde de razocinio e inevitable comprensión-que esto ha ido demasiado lejos, que no soy lo suficientemente fuerte como para olvidarlo y dejar de verlo sin hacerme daño a mí misma, y que más aún, que aunque pasen meses enteros, muchos más, no podré dejar de pensar en él como el primer día en que me di cuenta de que le amaba. El sentimiento estaba ahí, seguía ahí aunque habían pasado muchas horas, días, semanas y meses. Estaba como nuevo, el muy cabrón, no se había debilitado ni un poco.

Hoy he aceptado lo inevitable. Volvemos a hablar. Me vuelvo a divertir con él. Y le amo más aún que antes.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Digamos,que no tengo telequinesis

Hace poco,vi un documental en la TV sobre nanotecnología.Se decía que,aparte de poder usarla para regenerar partes del cuerpo,se podría implantar en el cerebro para conectar dos mentes; es decir,que podríamos saber lo que está pensando la persona que está delante de ti.
Tal vez,en un futuro no muy lejano,escuchemos los pensamientos de la otra persona y nos asombremos de todo lo que ocupa nuestra cabeza.Tal vez podamos mirarnos y amarnos con la mirada,transmitirnos los ''te quiero'' sin necesidad de palabras.O tal vez,pasarnos las preguntas de examen los unos a los otros mediante ondas mentales.
A simple vista,esto parece un chollo,algo que todo el mundo querría tener y que nos mataríamos por conseguir si tuviésemos la oportunidad,porque,¿quién no ha pensado alguna vez: ''¿Qué está pensando?¿Por qué me mira?¿Le gusto?¿Me odia?¿Le caigo bien,o mal?¿Que opinará sobre mí?¿Y sobre Fulanito/a?''? Sí,todos nos hemos atragantado con preguntas sin respuesta.La mente es un gran misterio aún por comprender.Entonces, cualquiera diría que sería un gran invento que  cada uno debería tener.

Pero...yo me pregunto...¿realmente queremos saber lo que piensa el otro?

¿Y si descubrimos cosas que no queríamos saber?

Como...una infidelidad...o una mentira.Algo que nuestro gran amigo,marido,pareja o familiar nos estuvo ocultando durante largo tiempo.

Tras descubrir noticias como estas,todos solemos pensar ''Ojalá me lo hubiera dicho él/ella en vez de enterarme por otros''. Entonces, ¿por qué intentar saber lo que piensa el otro mediante nanotecnología? Quizás sea mejor vivir una mentira-aunque yo esté en contra de ellas-que en una verdad que te amargará tu existencia.Porque quizás,y solo quizás,descubramos cosas que no habríamos querido descubrir.

¿Mi consejo?Limitarnos a las palabras.Es mejor que las cosas salgan de uno mismo.

Conclusión del post:
-¡No te comas la cabeza!Los ¿Qué piensa de mí? y los ¿En qué estará pensando? son verdaderamente inútiles.Tan solo sirven para volverte majareta y crearte falsas conclusiones.
-No te calles las cosas continuamente.Tal vez la otra persona esté esperando a que le digas algo. No es bueno dejar a las personas sin respuestas, das una clara impresión de abandono,y puedes causar muuuucho daño.
-Ve documentales.De lo que quieras,pero,ya que ves la TV o estás horas enganchado al ordenador,sé productivo y empápate de cultura.

sábado, 14 de mayo de 2011

Primero,la obligación,y después...

...y después,¿qué?Según el refrán,la devoción,pero debo decir que aún no la he visto llegar.Sigo viendo la obligación poniéndose delante de mí en la carrera una y otra vez,y aún no veo ni acercarse siquiera a la meta: la Devoción.
Desde que nacemos y aprendemos a andar,hablar y demás cosas que vendrán después ya oímos cosas que vamos aprendiendo desde pequeño,pequeñas tareillas encomendadas desde que ponemos nuestros minúsculos pies en el suelo de nuestra casa: ''Debes comerte el pescado'',''no le hables así a la abuela'',o el muy común ''¡ni se te ocurra hacer eso!''; y todas llevan su bonito final en la frase: ''...para ponerte grande y fuerte'',''...porque si te portas mal,no te llevará al parque'',o ''...o te juro que te quedas sin tus juguetes un mes!''.Vivimos con estos detalles toda la vida,y no nos damos cuenta de que acabamos haciendo cosas por simple obligación.Hasta hacemos trabajos que no nos gustan.
Pero lo peor es cuando regalamos nuestra felicidad a alguien.Este,Ladies and Gentlemen,es el colmo de la obligación.Contentar a todo aquel que se aprecie.
Día a día,nos encontramos sacando la mínima felicidad que nos quede entre los restos de nosotros mismos para dársela a otro.Da igual que acabes de perder a tu marido,tu hermano se acaba de divorciar-y a pesar de haber acabado con una buena amiga,que es su ex-mujer-,y si le apetece ir al cine,aunque tú estés con la regla,la cabeza a punto de estallar,y una sinusitis recién diagnosticada,vas al cine porque tu hermano está depre.
Y así,una detrás de otra.La lástima es que,por mucho que nos esforcemos,no se puede regalar una felicidad que no existe; si tu día ha amacenido infeliz,y tu pie izquierdo estaba mandón aquella mañana,¿cómo ibas a poder contentar a tu hermano/amigo/padre o madre/etc?Encontrar alegría en un cúmulo de tristeza,es incluso peor que buscar una aguja en un pajar.Mucho peor,porque no existe.
Con lo cual,a partir de ahí se empieza una cadena de desilusión y mal rollo,ya que,al intentar contentar al otro,le pasas malas energías sin quererlo,y él/ella volverá a hacer lo mismo al querer intentar consolar o contentar a otro alguien.

Conclusión del post
-Duerme mucho y bien.Te levantarás de mejor humor por la mañana y mantendrás a raya al pie izquierdo.
-No trates de contentar a nadie si tú mism@ estás de mala leche.Es completamente INÚTIL.
-Antes de hacer feliz a nadie,hazte feliz a ti mism@.  Échate una buena siesta,si te duele algo tómate un paracetamol,y haz algo que te guste: leer,pintar,hacer deporte...Al final te sentirás mejor y con más ganas de transmitir tu buen rollito.

PD: ¡Esto no quiere decir que no cumplas con tus obligaciones!¡Cierra el ordenador y PONTE A ESTUDIAR!